Consejos para regenerar la piel: todo lo que debes saber

¿Cómo podemos regenerar la piel una vez cumplidos los 40 años? Es una pregunta que se hacen millones de mujeres cuando empiezan a notar que su piel no es tan tersa como solía serlo. Haberla cuidado de joven ayuda en buena medida a evitar la aparición temprana de arrugas. Si bien, al llegar a cierta edad, las pieles maduras necesitan un tratamiento especial para que se vean iluminadas y no tan cansadas, ya que van perdiendo elasticidad.

Hay, asimismo, otros factores externos que pueden afectar a la integridad y al envejecimiento prematuro de la piel: la polución, la fatiga o la alimentación.

Pautas para regenerar la piel

Aquí te proponemos algunas pautas que pueden ayudarte a mantener tu piel hidratada, luminosa y tersa y que te valdrán para combatir los signos de la edad, reducir las arrugas, mejorar el tono y la elasticidad.

Limpieza facial. Ha de realizarse por las mañanas y por las noches para que sea efectiva, y se puede hacer con agua micelar o gel limpiador. Puedes limitar los efectos negativos de la jornada aplicando tratamientos sobre tu piel antes de ir a dormir. Una vez que tenemos la cara limpia, debemos utilizar un tónico astringente, cuya función principal es regular la producción de exceso de grasa sobre la piel. Con independencia de que hayamos llevado maquillaje o no, la limpieza del rostro es esencial.
Exfoliación de la piel del rostro. Consiste en eliminar la capa más superficial y las células muertas, dando paso a un proceso de regeneración que se traduce en una dermis más lisa, suave, uniforme, libre de imperfecciones y luminosa....Nos ayudará a librarnos de las imperfecciones, produciendo con ello un aspecto más saludable en nuestra piel.
Cuidar la alimentación y la hidratación. Es recomendable incluir en la dieta diaria verduras y frutas como la naranja, fresas o el melón, que hidratan y refuerzan la piel por su alto contenido en vitaminas y antioxidantes; además de ingerir dos litros de agua al día y zumos de frutas.
Dormir bien. La falta de sueño provoca en el rostro signos de fatiga y evita que la piel se regenere adecuadamente. Dormir entre 6 y 8 horas cada noche disminuye la aparición de ojeras y mejora el aspecto de la piel. No obstante, para disfrutar de estas propiedades es necesario que lleves una rutina del sueño, por eso no solo vale dormir bien uno o dos días a la semana. Para que la piel de tu cara esté perfecta a todas horas, trata de irte a la cama siempre a la misma hora y programa el despertador para el mismo horario. Sí, incluso los fines de semana (tal vez retrasarlo dos horas máximo). Como se suele decir, el sueño es reparador, y nos ayuda a mantener el cutis en buen estado, entre otros muchos beneficios.
No fumar. El tabaco afecta directamente a la epidermis deshidratando la piel, provocando que se vea más estropeada y con menos luminosidad por dos motivos principales:

Afecta la circulación sanguínea, haciéndola más deficiente. Los vasos sanguíneos de la piel se estrechan debido al efecto de la nicotina, por lo que la piel no está oxigenada correctamente.
El tabaco también destruye el colágeno, una proteína de soporte de la dermis, por lo que cada vez aparecerán más arrugas en el rostro.