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Poros de la piel: El Secreto para una Piel Sana y Reluciente

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Junto con el acné, los poros abiertos son uno de los principales problemas de la piel, ¿Pero realmente sabes que son estos poros y que función desempeñan en la piel?

¡Los poros no son tus enemigos! De hecho, cumplen una función muy importante. Te explicamos seis detalles esenciales para que cuides tus poros:

  1. Los poros visibles en el rostro son las aberturas de las glándulas pilosebáceas (pelo y glándulas sebáceas). Los poros correspondientes a las glándulas sudoríparas no son visibles a simple vista. La grasa que se produce y segrega en la piel contribuye a mantener la humedad y la barrera protectora de nuestra piel.
  2. Nuestros poros trabajan muy duro, pero en ocasiones, esto hace que se obstruyan y parezcan más grandes. Este problema puede deberse a la suciedad, la grasa, los residuos de cosméticos, las células muertas de la piel, la pérdida de colágeno, el daño solar o incluso tus hábitos alimenticios.
  3. Los poros no tienen una estructura muscular, por lo que no pueden abrirse o cerrarse. Sin embargo, ¡eso no significa que te se puedan quedar dilatados para siempre! El truco para mantener unos poros sanos consiste en no taparlos, para que parezcan más pequeños y suaves.
  4. Los Alfa hidroxiácidos son una de las mejores defensas contra los poros dilatados. Estos ácidos exfoliantes pueden penetrar la capa superior de las células muertas de la piel para desobstruir los poros, eliminando la grasa y los residuos. También sirven para minimizar las líneas de expresión.
  5. Los AHA son ácidos naturales que se pueden encontrar en la naturaleza. Por ejemplo, el ácido glicólico proviene de la caña de azúcar, mientras que el ácido cítrico se obtiene de frutas cítricas como las naranjas, limones y pomelos.
  6. Entonces, ¿quieres ayudar a que tus poros parezcan más pequeños? Es fácil: para mantener los poros limpios, refinados y saludables, exfolia tu piel a diario usando limpiadores y tónicos que contengan AHA y agrega un producto más concentrado (como exfoliantes o máscaras) 2 o 3 veces por semana.